Dia 6. Nippori, Tokio (Asakusa, crucero)
Hoy se ha notado que no llegaban las fuerzas, y la excursión ha durado bastante poco comparado con las anteriores.
Hemos empezado sobre las 9:00. Nuestro primer destino es Nippori que no se si es exactamente un pueblo muy cercano a Tokio, o es parte del propio Tokio siendo un barrio/prefectura de este. Lo que sí puedo decir es que no tiene nada que ver con Tokio. Aquí las casas se parecen mucho a los animes, pequeñitas, todas muy juntitas, y los grillos chirriando. Lo primero que visitamos es el cementerio de Yanaka. Sí, existen los cementerios (por lo menos sabemos que ponen los japoneses es de origen animal y no humana. Habrá que investigar si pasa lo mismo con los restaurantes chinos). Son totalmente diferentes a los de España. Da la sensación de que son mucho más «espirituales». Además, este cementerio estaba rodeado de cerezos, por lo que en primavera tiene que ser una maravilla.
Siguiendo por Nippori nos dirigimos a Yanaka Ginza Street, una calle con un montón de comercios donde poder comprar sin tener que vender un riñon. Todo muy bonito, muchas cosas bastantes cucas, pero lo que más nos llamó la atención fue una tienda que era sólo cosas relacionadas con los gatos. Cualquier cosas imaginable, allí estaba con forma de gato o conteniendo gatos. Llaveros, peluches, porcelana, tazas, pañuelos, tutus, portaretratos, manoplas, objetos para móviles, alfombras, camisetas, tenedores, palillos,… Al que le guste los gatos aquí disfrutaría. No me quiero imaginar la casa del dueño…
Retornamos a Asakusa para ver la zona. Mas o menos conocíamos una parte ya que el hotel lo tenemos aquí, pero no habíamos visto lo más importante, el templo Sensoji. El más antiguo de Tokio, y de lo más visitado en Japón. A primera vista es bastante impresionante por sus dimensiones. Había mucha gente echando monedas y ¿pidiendo deseos? en el templo. Además, en medio de la plaza, estaban quemando ¿incienso? en una estructura gigante. Todo el mundo empezaba a airearse el humo para olerlo, y nosotros no ibamos a ser menos. También había una zona donde no se podía entrar, pero se podía ver monjes cantando un ritual (me gustaría escucharlo de primera mano y en silencio, seguro que tiene que ser una experiencia única).
Después de un pequeño descanso nos fuimos al Tokio Cruise, un viaje en crucero por el río Sumida, que va desde Asakusa hasta la bahía de Tokio. Aquí estabamos un poco confusos, porque queríamos acabar en Odaiba, pasando antes por un parque que hay en mitad, pero al final nos equivocamos, y ni llegamos a Odaiba, ni paramos en el parque (paró, pero el crucero se iría sin nosotros, asi que no bajamos). Durante el crucero vas cruzando un montón de puentes, y viendo los rascacielos con un espacio más ámplio.
Nota: que me expliquen a mí como una persona puede pagar por ir a un crucero y quedarse dormida durante todo el trayecto, por más que la despertara, nada, a roncar… Y nótese como la cabeza está en un ángulo perfecto de 90 grados. Luego vienen las quejas de dolor de cuello…
Una vez en tierra, queríamos buscar la forma de llegar a Odaiba, para ver la puesta de sol en la bahía de Tokio, pero ya era bastante tarde, quedaba como 30-45 min para que se fuera el sol, y estábamos reventados. Por lo que cenamos y nos fuímos al hotel, dejando esta puesta de sol para los últimos días de nuestro viaje.
Para mi que no es incienso. Creo que son las cenizas de sus antepasados que las vierten en ese recipiente para que su espíritu en forma de humo pueda empaparles. Total, si estoy en lo cierto te has «jartao» de espíritus nipones.
No puede ser jajaja Espero q no :S